Lo que más me gusta de los niños es lo reales que son sus sentimientos. Hace un par de semanas viajamos a Orlando para ir a Disney y Santiago, quien ya ha viajado en avión antes pero recién se está percatando de qué se trata, no cabía en su pellejo de la felicidad. Es más, cuando el avión estaba despegando, no pudo contener su alegría y comenzó a dar unos chillidos de felicidad que nunca había escuchado. ¡Lo máximo!
¡Qué suerte! me se de uno al que le encantaría vivir esa experiencia también. Algún día lo intentaremos. Precioso nene!
Besos
Jaja. Que bello! Como que el sabe bien donde está!
Me lo como a besos! se le nota lo feliz que estaba!.. que bueno que pudo sacarse la foto en la cabina con el piloto.. la verdad que lo máximo!!..
Saludos!